Por Venecia Joaquín

Están abogando por eliminar el Ministerio de la Mujer. Estoy de acuerdo. En 1999, cuando planeaban establecerlo, hice público el artículo “La Secretaria de la Mujer, discrimina”. Me permito recordarlo.

Desde hace mucho un grupo de feministas viene abogando porque se cree la Secretaria de Estado de la Mujer. No estoy de acuerdo. Es innecesario y deformante. La mujer y el hombre son seres humanos. La tendencia debe ser que trabajen juntos, teniendo los mismos derechos y obligaciones.

Con la globalización, las naciones se esfuerzan por el intercambio de ideas, productos, etc. para aliviar la carga de la humanidad. Esa política traza la dirección de lo que debería estar sucediendo en los pueblos y sobretodo en el núcleo familiar. El hombre, la mujer, los padres e hijos deben estrechar los lazos, buscar puntos de coincidencias, trabajar en un plano de igualdad y respeto. A ninguna sociedad le conviene dividirlos.

El peor error que podemos cometer las mujeres es querer una institución exclusivamente para atender nuestros asuntos. Nuestros asuntos son de los hombres, maridos, hermanos, niños, ancianos e hijos. Una Secretaria de la Mujer es un atentado a la integridad familiar. Es otra forma de discriminar. Se tendría que crear la de los hombres y estaríamos fomentando actividades paralelas. Además, es una estructura burocrática costosa.

¿A quien beneficiaria la Secretaria de la Mujer? A las feministas que lo dirijan. Tendrían altos salarios, viajes, escenarios para teorizar. El gobierno se quitaría la presión que le ejercen. Los resultados serian, por ejemplo, aprueban el 40% de cargos para mujeres y en la practica llegan al 10%; las mujeres votando separadas de los hombres y educando los varones con funciones diferentes a las hembras, etc.

Creo que no deberíamos distraer al gobierno con planteamientos de esa naturaleza. El hombre y la mujer lo que necesitan son mecanismos para unir la familia, para que trabajen en equipo y puedan salir airosos de los retos del diario vivir.

La clave es fortalecer la educación y la familia. Combatiendo el analfabetismo, los antivalores, disciplinando, la mujer se incorporará a todos los niveles sin tener que establecer una estructura que la aísle; sin denigrarse, aceptando como gran logro que le asignen un porcentaje. El caso no es de forma sino el fondo. Confío en que poco a poco, la mujer con su sensibilidad y capacidad, tomara posesión de su espacio. Desde ahí, junto al hombre, trabajará por una sociedad justa, equilibrada, humana.

Una Secretaria de la Mujer es dar `pasos hacia atrás para complacer y beneficiar un grupo. Prefiero una Secretaria de Estado de la Familia. Un proyecto integrado hombre-mujer que abogue por preservar el matrimonio, la familia; enseñe a realizar labores conjuntas; proporcione herramientas para rescatar los hijos del vicio, impedir la delincuencia; que promueva principios éticos de respeto y consideración; que facilite y apoye proyectos de pequeñas empresas e iniciativas de la familia ¡ Que una la familia!

Es mejor una Secretaria de la Familia que labore en coordinación con las demás dependencias del Estado para fomentar la educación y desarrollo integral del hogar y del pueblo. Los problemas sociales deben enfocarse y combatirse con la participación tanto del hombre como de la mujer, para que en el proceso se unan mas, aprendan, desarrollen y se beneficie la sociedad.