Por Venecia Joaquin

Desde la mecedora de mi abuelo, me he puesto a reflexionar sobre Odebrecht. Es una constructora de grandes y millonarias obras a nivel mundial. Sin embargo, su aporte mas trascendental a la humanidad, parece que terminará siendo el señalar lideres y funcionarios gubernamentales corruptos, de los países donde ha estado trabajando. Ha actuado como una linterna que ilumina dentro del sistema, descubriendo putrefactos de alto nivel y poniendo en “jaque mate” a la justicia, a las altas cortes, que los blindan. ¡Tremenda ayuda a estas naciones!

Gracias a Odebrecht sabemos quien es quien en muchos países latinoamericanos. Tomando en cuenta los avances de datos y acciones de otras naciones, se llega a la conclusión de que por fin la derecha y la izquierda política se han puesto de acuerdo: ambas se corrompen y pudren, sobornan y se dejan sobornar, roban a sus pueblos y engañan. Todo parece indicar que de los presidentes y expresidentes latinoamericano y sus allegados, quedarán pocos sin que el fango los arrope. ¡Todas las corrientes políticas están perdiendo los valores cívicos y morales!.

Es triste llegar a la conclusión, de que la llegada de Odebrecht a cualquier nación, podría resultar siendo una bendición. Basta seguirla para descubrir los focos de corrupción, el pus, en las esferas políticas de los países. Va directo hacia los funcionarios o colaboradores cercanos que tienen capacidad de decidir sobre los grandes contratos. Llega forrada de dinero. Les abre, no un maletín sino la represa hacia un mar de millones. El método es infalible,… la tentación es aplastante, los débiles y ambiciosos caen rendidos.

El gran servicio de Odebrecht a las naciones es que donde llega destapa las cloacas. La población tiene una magnifica oportunidad de limpiar el fango vertido por los gobernantes que olvidan el bienestar del pueblo, de crear nuevos líderes, ¡Volver a empezar! Estamos atentos a nuestro visionario Presidente y su repetida promesa de “hacer lo que nunca se ha hecho”. Si sale ileso y procede a actuar defendiendo la nación, seré la primera en aplaudirlo, pero si sale enlodado, la frustración será irreparable.

Por otro lado, si la avalancha llegara a arrasar con todo el fango y desenmascara los políticos corruptos, jueces comerciantes y sin escrúpulos, a los abogados, industriales, religiosos cómplices del desastre y a los periodistas que han vendido su vergüenza, alabaré a Dios con entusiasmo, por darnos la oportunidad de reinventar la RD , como la soñaron los Padres de la Patria; por convertir las malas acciones de Odebrecht en eficaz herramienta destapadora de cloacas; de limpiar la inmundicia humana y encaminar los esfuerzos al rescate de la seguridad, la justicia social y combate de la impunidad; por la oportunidad de recuperar la sonrisa, alegría y fe del dominicano.

Si las actuaciones de Odebrecht nos ayudan a eliminar la clase política podrida y meter a la cárcel bandidos de cuello blanco, desde mi ventana gritaré ¡Gracias Odebrecht, grandioso trabajo ha realizado por nuestra patria!..

Pienso que si las intensiones de las autoridades son adecentar la sociedad, no deberían hacer énfasis solo en que Odebrecht devuelva lo sobrevaluado, sino en castigar los sobornados. La juventud necesita ¡urgentemente! lecciones ejemplares, señales de que el trabajo honesto es lo máximo, enaltece.

Indiscutiblemente, el camino mas fácil es concentrar la ira en Odebrecht, encubriendo corruptos y anestesiando al pueblo, en lugar de actuar con firmeza y coraje, contra los vende patria, quienes olvidando al pueblo y abusando del poder, dan lecciones negativas por doquier.

¡Me avergüenza la debilidad de nuestros dirigentes! Algo debemos hacer!

Gracias, Odebrecht, por ponerlos al descubierto!

Ese servicio, no tiene precio.