El que sabe callar es siempre el más fuerte.
Por Francia de Pérez
Si hay alguien que haga uso de la comprensión, porque como decía “Lucién Feebvre”, comprender es complicarse, es enriquecerse profundamente. Esa es la Secretaria.
Hay virtudes que la adornan como la tolerancia, la cortesía, la paciencia, discreción y hasta la creación.
Gracias a la discreción en su labor, oculta su vida y propaga su espíritu; por ella soporta a veces presiones sin dar manifestaciones exteriores que sufre o padece. Por eso, como decía “Amado Nervo’, que el que sabe callar es siempre el más fuerte y así es la secretaria.
Con el dominio de sí misma, con la constancia del sabio, con el arte de contener sus inquietudes, su agitación y hasta sus dudas. Ese dominio, esa paciencia y esa seguridad, es la que transmite a su superior en los momentos más difíciles.
En su diario quehacer llega a veces a rutinizarse, sin embargo, su poder creativo, como ya expresara, la hace salir de ella y poner una pincelada de profesionalismo que sacude y la hace nueva, para continuar su acción; porque en cada una de estas acciones la secretaria se crece, se magnifica ante sí misma y ante los ojos de los demás; por todo ello, un homenaje a quien sabe ser mano derecha, que hace la vida en el trabajo más llevadera, que en los embate es hada madrina.
Para todas las secretarias del mundo…