Por Venecia Joaquín
El tema del aborto está en la palestra pública. Parecería que las iglesias, gobierno, políticos, legisladores, etc., evaden la esencia y se concentran en la envoltura. En mi campo, me enseñaron a ir directo al hecho y después hablar del cobertor.
¿Qué es el aborto?. Es la interrupción espontánea o terapéutica del embarazo. ¿Qué es el embarazo? Es el producto del coito, de la unión espermatozoide del hombre y óvulo de la mujer, que traen como consecuencia la concepción de un ser humano, un hijo. Este queda alojado en el útero de la mujer hasta que esté debidamente formado.
La relación o contacto entre la pareja debe ser por amor, por disfrute pero otras veces es por violación, incesto, etc. Por cualquiera de estas razones puede surgir un embarazo.
¿Qué factores influyen en que la mujer continúe o no embarazada? Los hijos son buscados, amados, deseados, solo circunstancias de fuerza mayor, pueden conducir a la dolorosa decisión de un aborto. Por tanto, para estos casos especiales, debe disponerse de una brecha jurídica que lo permita.
No es cuestión de que católicos y evangélicos rechacen la despenalización del aborto. Los planteamientos deben ser sin fanatismo ni dogmas. La decisión de abortar o no, debe ser, primordialmente, de la madre o sus tutores, en caso de que ella no este en condiciones de decidir y de los médicos. Los congresistas pueden legislar sobre los meses de que dispondrá para decidir. En muchas naciones son los primeros tres meses del embarazo.
La posición de que la criatura debe nacer, no importa la circunstancia en que fue concebida, incesto, violación etc., no es juiciosa. La salud física y mental de la madre y el niño son determinantes. Si corren peligro, debemos dejar que ella y los médicos decidan.
Con la pasión y demagogia, que exhiben los que se oponen al aborto, no me sorprendería que consideren que el uso de los anticonceptivos, sea atentar contra la vida, por ser un freno a la formación de la criatura.
Desprecio la doble moral. La exhiben aquellos religiosos, políticos, legisladores, ciudadanos, que por un lado se presentan como amantes del derecho a la vida, que no hayan abortos y por el otro, contribuyen con asesinatos en masa, apoyando decisiones y acciones que hacen abortar el bien común, que permiten a un grupito adueñarse de los recursos del pueblo, hacerse millonarios, mientras los niños nacen “sin el pan” y al poco tiempo mueren de hambre.
Estos líderes intocables, son los culpables de provocar abortos y muertes colectivas ¿Quién los penaliza?