¿Quién no quiere vivir el sueño americano?
[Por Francia de Pérez]
Cuando por segunda vez volví a ver a Ellis, mi esposo, que en su deseo de conquistarme y cuando podía se aparecía en los ensayos del grupo folclórico de Casandra Damirón, en Bellas Artes, al cual yo pertenecía, yo lo contenía porque en ese momento no quería tener ningún compromiso y además, yo pensaba que como mi madre vivía en New York , pues yo quería irme también a vivir allá…
No pasó de esa manera. Con su encanto Ellis me conquistó y mi primer viaje en avión fue para mi Luna de Miel. Viajamos a Miami y luego a Fort Lauderdade, Florida, a tomar un crucero por varios días y luego regresar a nuestro país República Dominicana. Fue realmente muy emocionante para mí.
Como Nueva York siempre fue mi objetivo, porque, ¿qué dominicano, en un momento dado, no quisiera vivir el sueño americano? Eso también me pasó a mí desde mis 17 añitos hasta los 18 y medio. Toda esa perspectiva cambió por que a los 19 estaba casada con Ellis y realicé mi segundo viaje, ésta vez a New York, embarazada de mi primer hijo.
Volví en un par de ocasiones a acompañar a Ellis a las transmisiones de juegos de Las Grandes Ligas. Bueno tenemos que recordar que Ellis fue radiodifusor e inició su emisora transmitiendo estos juegos. Estuvimos en Pittsburgh y visitamos a uno de los tres hermanos Alou, Mateo Alou, quienes jugaban para las Grandes Ligas. Estaban relacionados con mi esposo por ser Ellis el pionero, con su emisora Radio Universal, de la transmisión de los juegos de Las Grandes Ligas para Dominicana. También lo acompañé a San Francisco, California, donde habían peloteros dominicanos.
Desde ese entonces hemos visitado Estados Unidos por diferentes motivos y en fechas diferentes casi todos los años. También, lo acompañé mientras estuvo activa la Semana Dominicana en Los Estados Unidos, bajo el liderazgo del Dr. Luis Heredia Bonetti. Casi todos los años hacíamos un recorrido comenzando en Puerto Rico, luego Miami, Washington y New York. Visitábamos New Jersey y así la Semana se completaba entre conferencias, visitas a Instituciones del Gobierno Norteamericano y Universidades, siempre promoviendo nuestro país, que era el fundamento de la Semana Dominicana en los Estados Unidos.
I love New York por lo que decidimos tener un lugar de acogida en el Manhattan Club, en la séptima avenida. No hemos dejado de hacer presencia y disfrutar de las obras de Broadway, de la gastronomía de la ciudad que nunca duerme, de los museos y sin pensarlo dos veces, las caminatas por la Quinta Avenida,Times Square y por supuesto las compras, que sin querer las vitrinas de las tiendas te invitan a entrar y como mujer, pues algo siempre me he de llevar.