Este libro ha sido para mí como una puerta abierta.
Por Francia de Pérez
Estoy casi terminando de leer el libro “Nuevos Hombres Buenos” del antropólogo Ritxar Bacete González. Le leí esta parte del libro a Ellis, mi esposo, para oír su opinión, donde el autor dice: «Existen dos códigos de moral, dos conciencias diferentes una del hombre y otra de la mujer, y a la mujer se la juzga según el código de los hombres. Una mujer no puede ser auténticamente ella en la sociedad actual. Una sociedad exclusivamente masculina, con leyes exclusivamente masculinas, con jueces y fiscales que juzgan desde el punto de vista masculino»…
Ellis me contestó: Estoy totalmente de acuerdo.
A Ellis lo conozco desde hace más de 52 años y con esa simple respuesta me dejó satisfecha porque está basada en una trayectoria de cuidados, respeto y entendimientos mutuos. Según el autor, el libro está dirigido a los hombres, pero estoy segura de que va a ver un alto porcentaje de mujeres que se van a interesar en leerlo.
Me ha tomado un poco más de tiempo terminar el libro de Bacete, no sé si cuando abro el libro estoy influenciada por la personalidad del autor, muy palpable en su contenido y como quiero asimilarlo bien, vuelvo atrás a leer si es algo que me ha llamado la atención.
Es la segunda vez que me pasa, que tengo un libro en mis manos con un tema de mi interés y que he tenido el privilegio de conocer de cerca al escritor o escritora; la primera vez fue con la Dra. Mila Cahue y su libro: “El Cerebro Feliz”, sugerida por el Dr. José Silié Ruiz, para ser conferencista en el Desayuno por la Paz, 2017, y ahora con Ritxar Bacete, también conferencista invitado.
Con ambos y a través de la coordinación del Desayuno por la Paz, para la Fundación Vida Sin Violencia, que preside mi amiga Yanira Fondeur de Hernández, pude estar de cerca dado que pasé varios meses en comunicación virtual y una intensa agenda, en la semana que estuvieron en el país, con una serie de actividades programadas de antemano y acordadas con cada uno de ellos.
La experiencia para mí, leyendo este libro, en particular, está siendo de mucho provecho en la adquisición de conocimientos sobre la compleja situación que ha estado presente desde siglos y que parece que va a tomar otros tantos erradicarla. La cultura machista.
Las estadísticas presentadas por Bacete, basadas en investigaciones realizadas por instituciones reconocidas mundialmente y aquellas realizadas localmente, por ejemplo, en España, te dan de golpe en el mero pecho, es decir, directo al corazón, porque desde este rincón del mundo se creía que la violencia hacia las mujeres y la violencia en sentido general se daban en países subdesarrollados como el nuestro, no en países como España o los Estados Unidos y otros.
Una también piensa que sólo pasa en países como el nuestro, que por falta de voluntad política para invertir los recursos necesarios hacia los focos familiares violentos, no se educa ni busca las causas que producen la violencia, para disponer de estadísticas y poder trabajar a fondo e ir al meollo del asunto, donde la violencia germina. Pero no, esto es un mal que se vive en cualquier rincón del mundo, ¡verdad!
Existen tantas manifestaciones de violencia inadvertidas que han sufrido las mujeres, niños, niñas y otros hombres, menos, pero presentes en las relaciones y contactos entre nosotros los humanos, que nos enfocamos mas en las que causan pérdidas o maltratos físicos porque son más visibles.
Lo grande de esto y lo que más duele, es cuando se da en el ámbito familiar, que son producidas generalmente por un familiar o amigo cercano, más cerca de lo que una hubiera podido pensar. ¡Madre mía¡
Como nunca he subrayado palabras y párrafos, para mi sorpresa pude encontrarme con un listado de nombres de varones que han contribuido de alguna manera en la transformación del mundo.
Me sentí muy bien al poder reconocer algunos, no muchos de los 365 nombres, pero por lo menos pude percatarme que hay muchos más hombres de los que una pueda pensar que están del lado de la igualdad y equidad de género.
Que no solo piensan y escriben o se expresan verbalmente a favor, sino, que también toman acción para aportar, para que el camino a lograr este objetivo, que podríamos pensar que es una utopía, sea más fluido y más cerca de una realidad. ¡La esperanza nos fortalece!
Nuevos Hombres Buenos están naciendo, pero siempre han existido hombres buenos y cuidadores: esposos, padres y amigos, familiares en general, con virtudes y defectos como todo ser humano.
Pienso que cada uno y una, después de hacer conciencia de este flagelo, presente día a día en nuestro entorno y a veces mas cerca de lo que una quisiera, no debemos desmayar en seguir aportando a través, y especialmente, de la gente joven, varones y hembras (por que la violencia nos es exclusivamente masculina, también se produce en lo femenino, en un porcentaje muy muy bajo, en comparación con los hombres, pero que no deja de existir).
Pienso que este libro y en lo que en él se plasma ha sido para mí como una puerta abierta para buscar más información al respecto y tener mas conocimiento de causa.
¡No va a ser fácil, pero lo voy a intentar!