Introducción: La complejidad de la solidaridad en las agrupaciones

[Por Francia de Pérez]

La solidaridad es un valor fundamental que, en ocasiones, resulta difícil de encontrar en agrupaciones de personas con intereses particulares, formas de pensar diferentes y caracteres opuestos. Sin embargo, cuando una agrupación se consolida y permanece a lo largo del tiempo, es evidente que existe un hilo conductor que mantiene a sus miembros unidos.

La solidaridad como reflejo de valores humanos

La manifestación de la solidaridad en diversos grupos denota la importancia que los valores humanos tienen para cada uno de sus miembros. He experimentado situaciones en las que la solidaridad se diluye en un mar de diferencias, a veces debido a posturas modernistas, deseos de protagonismo u otros factores que debilitan la estructura de la agrupación. No obstante, también he vivido experiencias donde la solidaridad se manifiesta plenamente, con el aporte de todos en pos de un objetivo común.

Desprendimiento personal en favor del bien común

Cuando logramos que la solidaridad esté presente, es porque dejamos de lado sentimientos personales y nos abrimos al sentimiento colectivo con el propósito de alcanzar metas compartidas. La solidaridad no solo se manifiesta en colectivos sociales, sino también en grupos familiares, entre parejas y amigos; es identificarse con una causa común o ajena.

Escribo sobre la solidaridad por el valor implícito que tiene para la unión de las personas, el reconocimiento de la gestión del otro, el entendimiento, la aceptación y el compartir objetivos comunes. Al mismo tiempo, es fundamental mantener un criterio independiente que nos permita conservar nuestra individualidad mientras compartimos metas colectivas.

Reflexiones sobre la solidaridad

El respeto mutuo como base de la solidaridad

La solidaridad implica respeto hacia los demás. Si todos nos respetamos, la participación será más objetiva y el éxito estará más cerca.

Perspectiva sociológica de la solidaridad según Émile Durkheim

El sociólogo Émile Durkheim abordó especialmente el concepto de solidaridad, distinguiendo dos tipos: la solidaridad mecánica y la orgánica. La solidaridad mecánica se presenta en comunidades rurales, familias y grupos de amigos cercanos, donde las relaciones y la comunicación son directas. Por otro lado, la solidaridad orgánica se da en sociedades industriales como consecuencia de la división del trabajo, lo que genera una interdependencia entre individuos con diferentes roles. es.wikipedia.org

La solidaridad en las organizaciones de mujeres

En las organizaciones de mujeres, a pesar de las diferencias que puedan surgir, los objetivos se logran porque existe un apoyo incondicional a las causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones difíciles. Esto se debe a la sensibilidad que caracteriza al género femenino hacia estas causas.