Por Francia de Pérez|
He leído y escuchado una y mil veces a través de mi vida, del impacto que produce muchas veces el nido vacío, de la soledad, de que la pareja se aburren por que no tienen nada en común, etc.. Por eso la importancia de cultivar una buena relación de pareja. Que hay que cultivar desde temprano para no enfrentar el vacío que dejan los hijos cuando se van de la casa, del hogar, pero esas palabras se las lleva el viento cuando la realidad te da de frente.
A pesar de haber cultivado la relación con tu pareja, de tener una actividad fuera del hogar que llene aparentemente tu vida, ese vacío existencial va mas allá del simple hecho de que debes prepararte para llenar un espacio que han dejado tus hijos al irse de la casa, ya sea a estudiar en otro país, o por que se han casado, o simplemente porque se han ido a vivir independientemente, entre comillas.
Tu hogar nunca será igual cuando tus hijos se van, especialmente, si te encuentras en etapas avanzadas de la vida. Porqué digo esto? porque cada día de tu vida, piensas en tus hijos, quieres comunicarte con ellos o que ellos te llamen, no importa donde estén , siempre deseas estar en comunicación con ellos.
Volvamos al vacío dejado por lo hijos, cuando se van del hogar, los profesionales del comportamiento humano dicen que debemos prepararnos mentalmente para la llegada de esta situación, que es un hecho irrefutable, los hijos se van, y hay que llenar llenar ese inmenso vacío , reforzando las relaciones con tu pareja, y hacer actividades juntos, o tratando de realizar actividades que te entretengan, ejercitándote, estudiando , participando en asociaciones, visitando mas a tus amigas , pero en el fondo, en tu corazón desearía que la presencia de tus hijos nunca dejes de existir en tu hogar. El deseo de oír su voz, sentir su calor, comer junto a ellos, oír sus inquietudes, son de los detalles que nunca se llenaría con nada de este mundo.
A medida que envejecemos más intenso se hace ese sentimiento de vacío que dejan tus hijos cuando se van del hogar. Es natural que una madre sienta más que el padre ese deseo de seguir teniendo el calor de los hijos , debido a lo mejor, por el lazo que une la madre con los hijos , el cordón umbilical, y los nueve meses que tuvo la criatura en el vientre; y luego amamantarlo, enseñarle a hablar, a caminar, a cuidar de su higiene , a su educación , en fin a todo lo que hace que una madre y un hijo o hija sean carne y uña.
Quizás esa relación tan cercana de madre /hijo (a), sea la causa de que los hijos nunca se van del corazón de una madre. Los hijos llenan tu vida , dan alegría, luz. En ellos el amor siempre está presente. Lo hermoso de está relación es que es para siempre y puedes tener la presencia de tus hijos siempre en tu hogar si haz sabido cultivar la unión familiar y los valores que en ella se engendra.