Por Francia de Pérez]Poesía

El árbol impone su presencia ante la majestuosidad de la  montaña, cubierta de un azul cielo y escasas nubes blancas, que adornan la cima   como una diadema de hermosa naturaleza.

El camino humedecido por las transparentes gotas, caídas desde la profundidad  del  cielo,  compone el  ambiente de este humilde lar, como diciendo tímidamente,  yo también estoy aquí y soy parte de esta hermosa naturaleza.

El azulado del cielo, el verdor de los árboles, la humedad de la  tierra, la humilde casita, el blanco de las nubes,  engalanan mi espíritu al contemplar, tu maravillosa belleza.