Hay que abrir el abanico y dar oportunidad con el voto a una élite de mujeres preparadas.
Por Francia de Pérez
El país se encuentra en estos momentos en una coyuntura política donde la mujer está siendo protagonista de los acontecimientos. Es la oportunidad deseada desde hace tiempo dentro del mundo de la mujer dominicana dedicada a la política y la que no lo hace, ambas preparadas para ser parte del tren gubernamental y estar en posiciones que les permita contribuir con el desarrollo de la población dominicana.
En los tres poderes del Estado, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, tenemos presencia femenina, algunas en posiciones de toma de decisión como la legislativa y en ministerios como salud y educación, además del judicial.
La meta seria lograr las posiciones más altas dentro del gobierno para insertarse en ese nivel de poder que les de espacio para encaminar el país con visión diferente. Hay que abrir el abanico y dar oportunidad a una élite de mujeres muy preparadas que podrían ejercer estas posiciones.
Aunque hemos tenido dos mujeres como presidentas, tanto en la Cámara Baja como en el Senado: Rafaela Alburquerque y Cristina Lizardo, y dos Vicepresidentes como Milagros Ortiz Bosch y Margarita Cedeño, con las cuales nos hemos acercado más a las posiciones de poder, un poder relativo por estar estas posiciones siempre bajo la hegemonía masculina.
Lo que debe ser evidente es que cualquier posición que se logre en el ámbito político debe ser bajo el criterio profesional y ejecución efectiva, que obedezca a las prioridades de la nación. Porque es obvio que existen en nuestro país muchas mujeres con potencialidades que les permite impregnarse rápidamente de todo el entramado del poder gubernamental.
En este año 2020 tanto en las elecciones municipales como en las presidenciales y congresuales contamos para la vicepresidencia con tres mujeres probas: Margarita Cedeño, Sergia Elena de Séliman y Raquel Peña; dos abogadas y una administradora de empresas y por primera vez tenemos una candidata para la Alcaldía del Distrito, Carolina Mejía, economista y además una pujante candidata para la senaduría, Faride Raful.
Creo que hemos avanzado, lo que implica el reto de seguir buscando la meta en el espacio político del país.