Tiempo de aislamiento social y convivencia pacífica en el hogar

Por Yanira Fondeur

Si “lo peor está por llegar” según decía ayer el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, refiriéndose a los estragos que causará el COVID-19 o Coronavirus, lo recomendable es poner todos nuestros empeños en mantener y fomentar la convivencia pacífica con las demás personas que convivamos durante este período.

Apenas entramos en el quinto día de nuestra nación ser declarada en emergencia nacional, con un llamado oficial sanitario de mantener el aislamiento social, sin embargo circulan en las redes bromas y “memes” por la desesperación de la población masculina de estar en sus casas y de los posibles divorcios que esto podría generar.

Todos/as deseamos vivir en armonía con nuestros familiares, pero disfrutarla conlleva esfuerzos, dedicación y practicar con el ejemplo valores que optimicen nuestras relaciones y nos permitan en este tiempo de reclusión disfrutar y aprovechar al máximo en acciones positivas.

Bien sabemos que nuestra felicidad depende de la actitud con la que enfrentemos las adversidades que se nos puedan presentar en la vida y que, en este momento, a en el ámbito mundial conocemos el alcance de una pandemia que cada día multiplica las víctimas y la única forma de evitarlo es quedándonos en casa.

El aislamiento social, que convenientemente estamos compelidos a aceptar, constituye una brillante oportunidad para reinventarnos, reflexionar y comprender a quienes vivimos bajo un mismo techo.

Por estar en salud, lo primero que debemos hacer es dar gracias al Creador, sin importar que religión usted profese, pues esto constituye un regalo de vida y una nueva oportunidad para cuidarnos, cuidar a nuestros familiares y extender consejos y prácticas a quienes se descuidan en mantener una vida saludable.

A partir de la definición de que “la inteligencia es la habilidad de adaptarse a los cambios” según Stephen Hawking, físico, cosmólogo y divulgador científico británico, les exhorto a que actuemos y pongamos en práctica la misma, fomentando la convivencia pacífica y responsable en nuestros hogares utilizando éste período en:

Tiempo para algo tan simple como mirarse sin prisa,
Tiempo de recordar buenos momentos,
Tiempo para reflexionar cuanto nos valoramos y comunicarlo,
Tiempo para planificar proyectos comunes,
Tiempo para brindar ejemplo de equipo a los descendientes y familiares.
Tiempo para distraernos escuchando buena música y bailando,
Tiempo para leer y compartir lo aprendido,
Tiempo para ejercitarnos juntos, aun sea es breve espacio,
Tiempo de unión, no de división,
Tiempo de actuar con paciencia, no con imprudencia,
Tiempo de aportar y no de criticar,
Tiempo de empatía y no de indiferencias,
Tiempo perfecto para iniciar un hábito saludable en familia,
Tiempo para trasmitir amor, respeto, paz y bienestar.

Es nuestro deseo que las informaciones sanitarias de esta pandemia no profundicen en nuestro ser un pánico que nos paralice, que seamos capaces de fortalecer nuestras relaciones en período de esta adversidad mundial.

Que las acciones de malos tratos no sea una opción ante cualquier conflicto del diario vivir, que recordemos que la solución estará en el diálogo no en la violencia.
Promover acciones armónicas ha de ser un norte en la vida de cada persona que se sienta ser responsable y respetuosa.

Hoy más que nunca necesitamos de la unión y la convivencia pacífica de las familias, que siempre será nuestra principal empresa.

La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia

@Yanira_Fondeur