Instituciones sin fines de lucro

Por Francia de Pérez

Instituciones como las fundaciones o asociaciones sin fines de lucro tienen siempre un objetivo o propósito fundamental, el de aportar en el proceso de cambios positivos para el bienestar común o de grupos específicos, siendo éste el dínamo que impulsa a sus integrantes a accionar y llevar a cabo aquellas actividades que se encaminen a ese fin…

El objetivo debe ser claro y viable, ya que para lograrlo se necesita establecer estrategias que puedan hacerlo una realidad. Estrategias basadas en su misión y visión, establecidas por sus integrantes o de técnicos especializados que puedan ser contratados para elaborar dicho plan para la institución.

Cada institución tiene su objetivo, al que se compromete cumplir, dando los pasos necesarios para lograrlo. La experiencia me indica que hay que contar con recursos para tal fin; uno de los principales es el humano. Por eso cada integrante de estas instituciones, a pesar de ser un trabajo voluntario, tienen que tener muy presente la finalidad de los objetivos a lograr y la responsabilidad que ello conlleva.

Generalmente, hay un porcentaje más alto de mujeres en estas instituciones porque la mujer es más dada a participar, por su sensibilidad a las problemáticas sociales que nos afecta.

Por otro lado, y es una realidad, nada se puede realizar con éxito, si no se tiene en cuenta el factor económico. Puedes tener vocación, poner amor, mucha pasión, dedicación, pero es imprescindible lo económico.

Por eso muchas instituciones sin fines de lucro tienden a desarrollar actividades pro fondos, para poder obtener los recursos que les permita aplicarlos en la misión que se han propuesto realizar y, precisamente, lograr los objetivos para lo cual nació la institución.

Esto se puede lograr con el apoyo económico de personas, instituciones y empresas altruistas o solidarias, que se identifican con la misión de la institución. Es la vía más idónea para lograr obtener recursos, los cuales deben ser manejados en base a la honradez, la responsabilidad y de la mejor manera posible, para que sirvan de base para desarrollar la labor que se ha planteado la institución. Y aunque la misma logre una subvención del Gobierno, que nunca es suficiente, es necesario apoyarse de estas actividades pro fondos.

Sobre todo cuando la institución requiere un local, personal, profesionales, contratar expertos, tanto locales como internacionales, para atender temas de suma importancia para la familia, como por ejemplo la violencia intrafamiliar y de género, problema que corroe el corazón de la sociedad dominicana y el que se ha venido atacando, que si bien no se logra erradicar por lo menos se trata de controlar.

Todavía persiste la desigualdad y la violencia en muchos hogares de nuestro país, especialmente, contra la mujer. Pero es una lucha que no debe amainar, hay que seguir, hay que educar, concientizando, para que algún día podamos vivir en mas armonía entre hombres y mujeres, que las futuras generaciones puedan vivir en un mundo más igualitario y por supuesto, más inclinado a una convivencia pacífica; así que se hace imprescindible organizar estas actividades pro fondos para juntos lograr una cultura de paz.

He coordinado varias de esas actividades pro fondos para instituciones sin fines de lucro, aportando con mis ideas, mi dedicación y perseverancia, mi amor y pasión en cada acción que realizo. Lo hago con el deseo de aportar a la vida sana, física y mental de hombres y mujeres, niños, niñas y jóvenes de nuestro país, y sensibilizar a través de mensajes a las autoridades dominicanas de fortalecer las políticas y ampliar los recursos que permitan la búsqueda de una vida de equidad e igualdad entre todos nosotros.