Por Francia de Pérez

Hoy es uno de los días  que aunque me estresan y me ponen un poco asustada, son de esos días en  que doy gracias  a Dios por tener una relación tan hermosa como la que tengo hace ya 46 años de mi vida con un maravilloso ser humano , mi marido (esposo). Digo así porque  tanto él como yo le quitamos un poco de la formalidad al decir mi marido y mi mujer.  En cuanto a que,  lo sentimos  como mas nuestro, tu eres parte de mi y yo para  ti.

Hoy vuelo a NY a juntarme con él , normalmente, cuando me integro  al viaje volamos juntos. He volado sola muy pocas veces. Una de esa veces fue a Rio a Rio de Janeiro, a la primera Cumbre de la Tierra. Fui invitada por la Asociación Iberoamericana para el Desarrollo de las Artesanía,  AIDECA,  como oradora en el evento , para hablar sobre la Artesenía de mi país, República Dominicana. Esta invitación surge debido a mi experiencia en las Ferias Artesanales y la  comercialización de las mismas.

Volé sola porque mi marido estaba fuera del país y luego voló para juntarnos en Rio.  Hemos tenido la  oportunidad de conocer bastante del mundo en que vivimos , el Planeta Tierra o el Planeta Azul . Sabemos que lo llamamos así por la cantidad de agua que existe en él , no se como le llamaremos cuando haya mas tierra que agua, pero bueno, ya mis nietos sabrán. En fin ,  todo éste preámbulo para decir que voy a tomar un vuelo sola, de las  pocos veces que lo he hecho sin mi marido .  Por supuesto que aunque voy sola, puedo decir que, realmente no estaré , porque estaré acompañada de todas las personas que van hacia el mismo destino.

Lo del stress y el poquito de miedo , creo que a todos, de alguna manera,  nos sucede. Nos pasa cuando nos  enfrentamos a la grandeza del hombre y al hecho de haber  podido volar al igual que un Águila . Los aviones son las alas del hombre para adentrarse a los confines del mundo . 

Estoy creando una galería de fotos que tomo desde las alturas captando con mis ojos la majestuosidad e inmensidad de la naturaleza, que por orden divino tenemos a nuestros pies,  y no ha nuestro antojo. En las ocasiones en que está a nuestro antojo , podemos adivinar los resultados. Cuando volamos, desde arriba es que nos damos cuenta lo pequeño que somos, y al mismo tiempo de la grandeza interna que ha recibido el hombre para poder crear e innovar en búsqueda de estar comunicado . Nosotros los humanos no podemos vivir solos , desde que nacimos dependemos de otros   para sobrevivir y eso es así hasta el resto de nuestra existencia. Bueno , nos vamos a pasar la Semana Santa , de vacaciones en NY , un poco de descanso no cae mal para aquellas personas como nosotros que trabajamos hasta durmiendo . Van a ser unos días magníficos, en que disfrutaremos de la Gran Manzana y sus shows en Broadway . Hasta luego.