Por Francia de Pérez

Quizás hoy en día no se tenga tan marcada la tradición de comerse las doce uvas a las 12:00 de la noche, el 31 de diciembre de cada año. Es una costumbre de origen español que se extendió a Hispanoamérica y claro, al Caribe Español también.

Recuerdo que en años anteriores se tenía muy pendiente tener cerca las 12 uvas y esperar que el reloj marcara las 12:00 de la noche para comerse las 12 uvas, despedir el viejo año y pedir un deseo por uva, así como desearle buenaventura a familiares y amigos para el Año Nuevo.

Varias teorías hay sobre el origen de esta tradición en España.

Una de ellas dice que los españoles salían a celebrar la Noche Vieja a la Puerta del Sol comiendo uvas, en protesta contra la burguesía, que acostumbraba esperar el nuevo año comiendo uvas y tomando champán.

Otra teoría dice que unos agricultores tuvieron un excedente de producción de uvas, realizaron una campaña para potenciar esa costumbre de despedir el año comiendo 12 uvas a ritmo de las 12 campanadas y desear buena suerte para el año entrante. Como sea, lo cierto y dicho es que esta costumbre se convirtió en una tradición en muchos países.

El origen documentado de esta tradición se remonta a finales del siglo XIX. Para el 2 de enero de 1894 en dos periódicos españoles se hace referencia a las “Las uvas bienhechoras” y se hablaba que era una costumbre importada de Francia.

Ya para 1897 la prensa madrileña comentaba sobre “las uvas milagrosas” y para 1903 se expandía por muchos rincones de España que asumían esta tradición.

Los comerciantes españoles no se hacen esperar y ya para el 2000 ven como una buena oportunidad comercializar botes individuales con 12 uvas, peladas y sin semillas. Todo un éxito… Aquí en Dominicana hasta en las esquinas se venden las uvas para la temporada navideña.

Bueno, sea el origen francés o español, se convirtieron en una tradición las 12 uvas y en diciembre todos los supermercados ofrecen las diferentes variedades de uvas, tanto criollas como importadas para el consumo local. Y naturalmente, no faltan en la mesa de muchos de los hogares dominicanos.

Historia del cultivo de uvas en República Dominicana (Neyba)

El municipio de Neyba, cabecera de la provincia Bahoruco y los demás que lo integran, son las únicas comunidades del país (República Dominicana) que se dedican al cultivo de la Uva. Bahoruco esta enclavada en la Región Enriquillo, en particular en la Hoya del Lago Enriquillo y además forma parte del 4.º Polo Turístico del país.

El cultivo de la uva en República Dominicana data de la Época Colombina, iniciándose a partir del 2.º viaje de Cristóbal Colon a la Hispaniola o Santo Domingo.

Sin embargo, la segunda etapa es en 1938 durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, cuando se hicieron los primeros esfuerzos en la Provincia Bahoruco para desarrollar el cultivo. Para esto se trajo al Señor José Santo, en donde él mismo empoderó a los cultivadores de uva de ese entonces, donde se introdujeron variedades como Aramón, Málaga, Cabernet, entre otras.

En el 1957 Trujillo contrata, vía la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), al Dr. Manuel Telles de Vasconsello, de nacionalidad Portuguesa, para dirigir las investigaciones de adaptación de nuevas variedades, trayéndose otras 57 con las que se comprobó la potencialidad de este cultivo en el Valle de Neyba.

Durante los inicios de la década del 60 es cuando el cultivo se populariza en la población. La uva era sembrada de forma Ornamental más que comercial, ya que la forma de siembra (Enramada) facilitaba esta condición, dado el alto follaje de las plantas, favorecidas por las condiciones climáticas y de suelo.

En 1967 la Embajada de Israel apoya de manera directa el cultivo de la uva en la Provincia Bahoruco, en donde su Embajador realizó una visita a la provincia para observar el proceso.

Ya para esta fecha Horacio Vázquez (papa Vásquez) elabora varios productos a partir de la Uva como Vino, Mermelada, Pasas, Jugo, Mabí, etc. Vásquez fue el principal impulsor de esta actividad en la Zona.

Durante el penúltimo año de gobierno del Dr. Balaguer (1977), este prohibió la importación de Uva para proteger e incentivar este naciente sector.

La etapa cumbre en el cultivo de la Uva, en donde el tareaje fue más alto, es a principios del 90. En esta fecha los agricultores eliminaron otros cultivos (plátano, yuca, limón, etc.) para sembrar uvas. Para estas medidas no se realizaron ningún diagnóstico y las perdidas fueron inmensas.

Fruto de estas experiencias llega el Proyecto FIDA III (Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola), se contrata al enólogo y especialista en producción de uva, el Español Mariano López Arias, el cual estuvo en tres ocasiones en el país en labores de capacitación a productores, tanto en el vino como en la uva. En esta fecha es cuando se implementa el uso de alambre para construir las enramadas; antes era todo en madera.

El momento cumbre de este importante sector en la Región y el país es la creación del Instituto Nacional de La Uva, mediante la Ley 27-98 del 16 de enero de 1998, siendo una institución descentralizada con asiento en Neyba.

Durante esta etapa y en la actualidad, se cultivan de forma experimental: La Tempranillo, Cabernet, Primitivo, Frech Colombar, Michelle Patiere, Alfonso Lavalle, Cardinal, Moscazo de Hamburgo, Aramóns Importada, Sultanina, Italia, entre otras.

En la actualidad existen 225 productores y los mismos cultivan unas 2500 tareas, cuya producción es de 40 000 Quintales por año, donde el 85 por ciento se destina al consumo y el 15 restante para la elaboración de vino.

La variedad cultivada es la Aramón Criolla, siendo la misma una mutación de la Vid. Esta variedad no es de Mesa y ni de Vino. Solo existe en República Dominicana, este dato es sostenido por los diferentes enólogos que nos han visitado.

Los municipios dedicados a la siembra son: Neyba, Galván, Los Ríos y la sección de Plaza Cacique (La Colonia). Los productores en la actualidad promedian unas 10 tareas (pp) y se benefician directa e indirectamente más de 500 familias.

La producción es de 35 a 40 mil quintales de Uvas por año, realizándose dos (2) cosechan al año, Junio-Julio y Noviembre-Diciembre.