Por Margarita Vicens de Morales|
Tanger, (dirigida por George Waggner), fue creada por los escritores de Universal Pictures para complacer las demandas de la tempestuosa maría Montez, que anhelaba dejar de ser la heroína de “las románticas aventuras en tecnicolor” con las que se había hecho famosa, para emprender la búsqueda de roles consonantes con la nueva personalidad artística que deseaba proyectar.
Los guionistas del estudio aseguraban haber logrado la historia que armonizaba con la belleza exótica de la estrella y, asimismo, con el propósito de complacer las demandas de ésta, ya que había sido creada con la intención de hacer brotar las cualidades dramáticas de la ambiciosa estrella.
Pese a ser la “Reina del Tecnicolor”, María prefirió la técnica blanco y negro para este film, “es la única forma de que aflore la llama que llevo en mi interior”, expresaba.
Hermosamente vestida con el atuendo contemporáneo, María aparece como “Rita”, una bailarina española que vive obsesionada con su sed de venganza. El creador de los elegantes y llamativos atuendos que exhibe la protagonista de esta película fue el reconocido diseñador Travis Banton, que nunca antes había conseguido que una artista luciera tan sensacional como la Montez en esta ocasión, según afirmó el famoso diseñador a los medios de comunicación.
Recuérdese que María Montez, más allá de sus dotes histriónicas y de su escultural figura que le valió el calificativo de la ‘Sirena de Hollywood’, como otras destacadas actrices, logró proyectarse a través de su imagen cautivante como lo consignaron James Robert Parish y Don E. Stanke en su obra “The Glamour Girls”. Este libro destaca el glamour como rasgo sobresaliente de la personalidad de rutilantes estrellas entre las que figuran: Rita Hayworth, Audrey Hepburn, Kim Novak, Joan Bennett, MerleOberon, y nuestra María Montez.
El reparto de Tanger contó con apuestos galanes de la época como: Robert Paige y Preston Foster. Como nota refrescante, Sabu, una de las principales atracciones de las populares películas escapistas en tecnicolor protagonizadas por la pareja formada por María Montez y Jon Hall, desempeña en esta oportunidad el papel de un trovador nativo que sobresale extraordinariamente con sus interpretaciones.
Sin duda alguna, los intentos de María Montez por lograr actuaciones dramáticas no fueron afortunados y por el contrario la crítica destacó sus limitaciones histriónicas. Tanger fue sin lugar a dudas, conforme a la crítica de entonces, el mayor error profesional de la vida de María Montez.
Pese al esfuerzo de los que intervinieron en ella, la película no impresionó al público y mucho menos a la critica cinematográfica, que fue más agresiva que de costumbre.
Refiriéndose a este film, el periódico New York Times publicó el siguiente comentario, que ha sido reproducido en varios de los trabajos de investigación sobre María Montez: “La señorita Montez, ataviada con ropa moderna, es mucho más impresionante que la trama de la película y los personajes que están envueltos en ella”.
Un dato de índole personal vinculado a la película es que María Montez, que estaba casada con el actor francés Jean Pierre Aumont, actuó en esta película estando embarazada, cosa que no percibió ni el público ni la crítica. María años más tarde, refiriéndose a este filme, declaró que ella temía que el estado de gestación en que se hallaba modificara su figura impidiéndole usar las creaciones de Banton.
Una vez su trabajo como la protagonista de Tanger concluyó la Montez se retiró para vivir el dulce momento de ser madre, que ansiosamente aguardaba, como había manifestado públicamente en diversas ocasiones.
Meses más tarde dio a luz a María Christina, que posteriormente sería conocida como actriz con el nombre de Tina Aumont.