Por Susana Brugal de Villanueva|
La navidad es tiempo de alegría y a nadie se le ocurre querer pasar mal este período tan hermoso del año. Son muchas las voces que se levantan afirmando que estas navidades para todo el mundo serán mas difíciles, debido a los acontecimientos suscitados en Francia y que aun no tenemos señales claras sobre cuales serán las próximas acciones que se derivaran de dichos hechos. Ahora bien, lo que no podemos hacer nosotros es quedarnos de brazos cruzados a esperar , sino, anticiparnos y empezar a diseñar planes y tareas que podemos hacer en conjunto, para poder mantener nuestra industria turística a flote, lo que la ha convertido en el sector mas pujante de la economía nacional.
La peor de la navidades, sin embargo, fue la que el mismo Jesús vivió fuera de su casa, no encontró puesto en la posada y la última opción fue refugiarse en el lugar mas insignificante y pobre , en un pesebre donde se guarecían los animales. allí nació. Sin embargo, fue la navidad por excelencia la que dio origen a todas las navidades. Llena de luz y marcada por las radiente estrella, la de Belén.
Es que esa primera navidad, estuvo animada por el amor y la paz. Esa navidad, madre de todas las navidades., se distinguió por la trascendental unión de los miembros de esa sencilla familia, integrada por María, José y el NiÑO.
A pesar de su estreches y pobreza, la primera navidad abre al mundo la esperanza a la solidaridad y a la riqueza que supera con creces los tesoros mas preciados en el mundo de la economía. EL AMOR.
Es importante re-descubrir el sentido de la navidad y aprender que solo el amor puede hacer feliz al ser humano. El amor el regalo mas grande de esta fiesta y ese presente lo puede hacer hasta el mas pobre. Mientras mas apegado esta el corazón a las cosas materiales mas dependiente es del consumo y hasta las expresiones de cariño se vuelven estándar . En cambio , mientras mas libre se tiene el corazón mas fácil es inventar el gesto que expresa la ternura. Por que al fin y al cabo, la navidad es tiempo de ternura, tiempo de dejar que Dios nos diga que nos quiere y tiempo de hacerle saber que lo queremos.
Tiempo de tender la mano solidaria y tierna a quien nos necesita y así abrirnos hacia el futuro. Que cada uno de los aquí presente se sienta acogido por Dios , con la expresión mas tierna de su amor y que también nosotros seamos capaces de decir al mundo que siempre es posible respirar el aire puro del amor, la ESPERANZA Y LA UNIÓN.