Por Ligia Minaya|
Una no sabe lo que tiene hasta que no le duele. Para las mujeres menopáusicas, Angie Caputo, mocano muy querido, ginecólogo-obstetra, ha escrito un libro que debe estar en manos de todas las mujeres y los médicos y estudiantes que andan por ese camino para saber lo que se hace y lo que no se hace con la menopausia.
Ya que esta “enfermedad” vital, es dura y cruel si no se conoce el origen de esos dolores, calores y otras tantas cosas más. En ella hacen “aparición una serie de patologías que por los factores de riesgos que ello implica, se hace necesario que el médico al tomar conciencia sobre los mismos inicie un plan de alimentación en la mujer que le permita enfrentar con éxito esa patología.”
Continúa Angie diciendo: “La osteoporosis es una enfermedad muy ligada a la menopausia. Afecta a millones de mujeres de todo el mundo”. También nos dice en este libro que la hipertensión, la obesidad y otras tantas otras cosas que afectan a la mujer, que lleva pasados algunos años, es producto de la menopausia. El climaterio, ese calor que da aun en medio de un fuerte frío, puede decirnos lo que nos viene en camino o ya está presente esa deficiencia imposible que nos lleva a no querernos a nosotras mismas. Por esas y unas y otras cositas que sentimos, cuando cruzamos el jardín de sueños y promesas, hay que ir al ginecólogo.
Yo he leído este libro de pies a cabeza porque conozco algunas mujeres que le ha tocado pasar por una menopausia difícil, ya en su período de ir perdiendo la menstruación se sienten sumamente calurosas y hasta con un cambio de carácter que ellas mismas no han entendido, pero está la suerte de contarle al Dr. Ángel Rafael Caputo (Angie) lo que les pasa y las ayudará tanto que, con medicinas que les recete, se les quitaron muchas cosas.
Todavía hoy lo tengo como mi protector. Hemos sido amigos desde siempre, mocanos de mocanos, y yo orgullosa de saber lo que hace y cómo lo hace, lo quiero y lo respeto como a un hermano. Desde que comenzó su ginecología-obstetricia, todas las mocanas asistimos a su consultorio, la mayoría parimos en su manos, volvimos una y otra vez, cada vez que sentíamos hasta un tirón en los ovarios, y Angie nos devolvía la salud, y aún hoy, aunque ya hemos llegado a muchos años, nos devuelve la alegría de la vida.
Usted, amiga que me lee, no deje de comprar este libro y en él sabrá lo que debe hacer, cuando pasados algunos años, sienta ese cause molesto en su zona baja…