Por Francia de Pérez
El sector empresarial femenino de la Micro, Pequeña y Mediana Empresas de República Dominicana ha sido pujante, luchador, creativo. Ha buscado por todos los medios de insertarse en la globalización, la innovación y las nuevas tecnologías.
Sin embargo, la mujer empresaria de este sector productivo no ha podido lograr cruzar el puente hacia el desarrollo integrar de sus negocios, debido a factores que lo estancan a pesar de su potencial.
Educación y capacitación
Son de los obstáculos primordiales para que la mujer haga un cambio de visión general de sus potencialidades, debilidades y necesidades.
Tenemos que partir de qué motivaciones tenemos para iniciar un emprendimiento, de si lo hago por necesidad o por oportunidad.
E independiente del motivo, podemos decir que mientras más capacitadas están las mujeres más podrán aprovechar oportunidades para insertarse en el medio empresarial, con mayores probabilidades de éxito.
La perspectiva cambia radicalmente cuando tenemos que iniciar un emprendimiento basado en una necesidad, ya sea familiar o personal. Por eso es importante, de inicio, saber qué tenemos entre manos, qué puedo hacer con lo que tengo y con cuáles recursos cuento para emprender un negocio, y así evitar una frustración mayor.
Esto solo se logra con la educación, tenemos que adquirir los conocimientos, por los menos los básicos, de cómo iniciar y manejar nuestras empresas.
Normativas y políticas gubernamentales
El sector no se enfrenta sólo a la problemática educativa y de capacitación, también a otro aspecto mayor que tiene que ver con normativas y políticas gubernamentales, de apoyo a este sector empresarial femenino.
A pesar de los esfuerzos realizado por los gobiernos dominicanos, estos no han sido suficientes para encaminar adecuadamente los recursos necesarios para apoyar a este sector femenino. Recursos como: programas educativos, de orientación y facilitación de crédito especializado y dirigido específicamente hacia las mujeres emprendedoras y de negocios.
Aspectos inherentes a la mujer que hay que tener en cuenta
Tenemos que tener en cuenta que la mujer ejerce el rol de madre y esposa, por lo que ésta responsabilidad debe ser sumada al rol de empresaria. Además, la dependencia económica del compañero aumenta las dificultades que enfrenta la mujer al querer iniciar un emprendimiento o negocio.
A pesar de que existen leyes que le dan cierto derecho a la mujer sobre los bienes adquiridos dentro del matrimonio, lo cierto es que por tradición el hombre maneja los recursos económicos de la familia, lo que limita las facilidades de la mujer de contar con un capital adecuado para iniciar un negocio o empresa. Además, no posee los activos que sirven de garantía financiera, siendo estos también parte de las limitantes que atrasan la inserción del potencial femenino al desarrollo de la economía de nuestro país.