Los feminicidios ascienden a 74 mujeres asesinadas en RD en lo que va de año, ¿qué debemos hacer para cambiar? Sonia Vásquez, representante del UNFPA, explica qué puntos pendientes nos impiden avanza
[Por Tiffani Matos Ortiz/Diario Libre]
La violencia contra las mujeres es un problema difícil de erradicar en todas las sociedades.
Muchas veces nos sentimos maltratadas y nos preguntamos: ¿soy víctima de violencia? y si lo soy ¿cómo puedo salir de esta situación? La violencia es una conducta aprendida en la sociedad, en la familia, en el trabajo, con la música y hasta con los amigos; en fin hay un montón de posibilidades para que la violencia ocurra y cuando esta se normaliza, se acepta y no se reacciona contra ella; en ocasiones pensamos que esta agresión es un asunto privado, algo que se había creído por años, pero no es así y se ha convertido ya en un tema social.
La violencia contra la mujer es una problemática que mantiene a República Dominicana con la tasa más alta de feminicidios en Latinoamérica; por ello, el país enfrenta varios desafíos que requieren de voluntad política, cultural, jurídica, recursos económicos y técnicos con un seguimiento constante.
Desafíos que Sonia Vásquez, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), explicó en el marco de una conferencia para la Fundación Vida sin Violencia, y que están pendientes en nuestro país si queremos erradicar la violencia contra la mujer. Estos son los once puntos que nos quedan por cumplir.
1. La prevención en el abordaje integral de la violencia. Esta es una deuda que tiene este país, seguimos trabajando a retazos, sin un abordaje integral.
2. Derecho a una vida libre de violencia. Garantizar este derecho continúa siendo un asunto pendiente, debido a los desafíos culturales de carácter político, social, económico, cultural y jurídico. Y como siempre esto requiere de voluntad política, recursos económicos y tecnicos, y de un seguimiento constante que no se hace siempre.
3. La medición. Hablamos de medir la prevalencia de violencia y tener registros administrativos que permitan contar con datos periódicos. Cada fuente tiene una manera de recoger los datos, por lo que no hay homogeneidad en la información que se recoge.
4. Elevar el nivel de confianza en las instituciones para que, al momento de poner la denuncia, esta no se caiga. Y ahí está el ejemplo de la señora que vivía en Santiago, y que hace poco menos de un mes mató a su esposo. Pero esta es la misma mujer que ya había puesto 164 denuncias que ella ya había puesto contra él en la policía, y todas esas denuncias se caían pues él era un hombre ‘poderoso’, económicamente hablando.
5. Acabar con la estigmatización de la sobreviviente. Hay que eliminar de la sociedad la impunidad de los agresores, es decir, que la mujer no sienta que es inferior a su agresor, y esto suele suceder cuando el atacante tiene poder en la sociedad.
6. Garantizar la restitución de los derechos de las sobrevivientes. Muchasmujeres maltratadas quedan destituidas y de alguna manera se sienten destruidas.
7. Tener un marco legal. Hay que avanzar en la aprobación de un marco legal que garantice una respuesta integral a la violencia de derechos de las mujeres, adolescentes y niñas, sobre todo contra la violencia; de hecho, hay muchos países que cuentan con leyes que castigan la violencia doméstica o familiar, pero no tienen leyes integrales contra la violencia. De eso se trata la nueva propuesta de ley que ha estado apoyada por la cámara de diputados, pero no ha sido constante y no cuenta con una ley integral todavía.
8. Coordinación para contar con un marco legal que permitirá complementar los esfuerzos gubernamentales. Y aquí hay un tema: las mujeres tenemos distintas puertas de entrada, muchas veces llegan a través del cuartel de la policía, desesperadas para poner las denuncias, otras entran por salud pública, donde llegan golpeadas y heridas; o lo hacen a través del ministerio de la mujer, para que las pongan en una de las casas de acogida; también por la fiscalía, directamente… aun con todas estas puertas de entrada, no hay un sistema lo suficientemente articulado para que se dispare un protocolo de atención que evite que las mujeres tengan que ir a uno, dos o tres de estos lugares.
9. La respuesta integral de la violencia debe formar parte de la política del Estado y no ser prioridad solo para las organizaciones de la sociedad civil.
10. Fortalecer el Planeg (Plan Nacional de Igualdad y Equidad de Género) nacional. Hay un plan que, aunque se ha trabajado, necesita que se operativice, que cuente con presupuesto, fortalecer su coordinación y enfoque intersectorial y evaluarlo permanentemente, porque ya llevamos como tres Planeg y seguimos con cifras muy altas. Esa labor de rectoría del Ministerio de la Mujer hay que fortalecerlo porque no se trata de que el ministerio responda él solo, ya que no tiene capacidad de respuesta. Esto no es cuestión de una institución. El que quiera apropiarse de esto y crea que va a resolver todo está muy equivocado, y creo que aquí está la explicación de porqué a RD todavía le falta mucho por hacer ante la reducción de la violencia contra la mujer.
11. El acceso a la información debe continuar. Muchas de nosotras no tenemos el dato de qué hacer, no sabemos a dónde ir o a quién llamar, ya que tenemos miedo de que ese hombre que anda atrás, obsesivo con nosotras, nos alcance allá donde estemos y nos descubra.
En RD los feminicidios íntimos ascienden a 57 en este año 2021, doce más que en el 2020, dejando huérfanos a 63 niños, para un total de 74 mujeres asesinadas. “Y no hablamos de números fríos, sino de mujeres en edades productivas, con proyectos de vida, hijos y derecho a una vida sin violencia”, añadió en la charla Yadira Fondeur, presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
Entonces, ¿qué debes hacer si eres víctima de violencia? “Lo más importante siempre es tu vida, salvar tu vida, lo material se arregla después, pero primero eres tú y tus hijos”, responde la experta en el tema Sonia Vásquez. l
Las cifras de América Latina
4,640 mujeres han sido víctimas de feminicidio en 15 países de America Latina, cifra equivalente a un 34% del total mundial. Es decir que como región aportamos una gran cantidad de feminicidios a la lista mundial. Además, en America Latina se encuentran 14 de los 25 países con las tasas más altas de feminicidio en el mundo. También, una de cada tres mujeres a nivel mundial sufre violencia física o sexual infligida por un compañero íntimo o agresiones sexuales perpetradas por otras personas, lo que equivale a 736 millones, cifra que tristemente se ha mantenido estable a lo largo de este decenio y nos dice que hace falta mucho para bajar estas cifras.
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