Hasta para pedir ayuda hay que creativo.

[Por Francia de Pérez]

Me encontraba en un área de la Dirección Nacional de Registro del Estado Civil, certificando un documento, y me sentí muy agradada por lo confortable del sitio, el orden, agilidad y modernidad. De repente entra una señora , humildemente vestida , pero bien , no vidente ,según dijo, y mostró, sorprendiendo a la audiencia o sea a mí y a los demás , con una dicción , diría yo casi perfecta señalándonos que como a las personas no les agrada que les pidan, ella va a rifar un jabón de fregar para que tanto los caballeros como las damas frieguen sus trastes, y que está segura que les durará mucho tiempo alrededor de un año si usted deja de usarlo, Naturalmente, provocando la risa y la aceptación a ella y lo que en el fondo implicaba solicitar ayuda . 

Los boletos para la rifa eran a diez pesos dominicanos. Ella pedía que se acercaran a ella para entregarles el boleto, y al mismo tiempo recibir los diez pesos, la señora realmente actuó de manera , para mi , desconocida hasta ahora de un persona pidiendo ayuda económica de manera singular, agradando con chistes y comunicándose de una manera respetuosa , agradable, con dominio del público presente el cual nos rendimos a su encantos de buena comunicadora y conocedora de lo que quería lograr , que las personas le compraran el boleto de la rifa para adquirir de esa manera lo que ella estaba buscando , el aporte económico . Eso es lo que llamo pedir con dignidad.

¡Oye no te estoy pidiendo, te ofrezco la oportunidad de participar en esta rifa y así tu me puedes ayudar!